La fotografía de paisajes y monumentos alineados con la luna o el sol raramente es producto de la casualidad. De hecho, este tipo de imágenes suelen ser el resultado de una meticulosa planificación. En este artículo, te contaré cómo se preparan estas fotos espectaculares, combinando mi experiencia con un paso a paso técnico para que puedas intentarlo por ti mismo.
La inspiración: una imagen en la mente
Todo el proceso comienza en la mente del autor. Visualizar la luna creciente encajando perfectamente en la mano de una estatua o el sol alineado con una torre no es casualidad, sino fruto de una inspiración previa. La clave está en conocer los monumentos y sus orientaciones, además de las fases lunares y solares.
Herramientas esenciales para la planificación
Para lograr estas imágenes, el uso de herramientas digitales es imprescindible. Algunas de mis favoritas son:
- PhotoPills: permite planificar la posición exacta del sol y la luna en cualquier fecha y lugar.
- Google Earth: útil para explorar ubicaciones y perspectivas antes de visitar el lugar.

La emoción de la espera y la recompensa final
Cada foto de este tipo lleva consigo una historia de anticipación, decenas de intentos fallidos y, finalmente, la satisfacción personal de haber sido capaz de capturar un instante mágico. Estar en la ubicación que has elegido, con el trípode listo, revisando el reloj y conteniendo la respiración mientras la luna asciende o desciende justo donde la habías imaginado produce una sensación muy reconfortante. Es un juego de precisión y paciencia, pero la recompensa es una imagen de la que estar plenamente orgulloso.
Sigue estos pasos para capturar tu foto

- Escoge tu sujeto: encuentra un monumento o estructura que tenga un significado especial o una forma interesante para interactuar con los astros.
- Consulta las herramientas: usa PhotoPills para determinar cuándo y dónde se alinearán el sol o la luna con tu sujeto.
- Ubicación exacta: una vez identificado el punto de alineación, marca la ubicación precisa desde donde tomarás la foto. Intenta que el lugar esté lo más despejado de obstáculos posible para poder improvisar en caso que sea necesario.
- Equipo adecuado: utiliza un teleobjetivo con la mayor focal y apertura posible —aquí el tamaño sí importa—, para comprimir la perspectiva y hacer que el tamaño relativo de los astros parezca mayor en comparación con el motivo que has elegido.
- Prueba y paciencia: llega con tiempo al lugar, haz pruebas de encuadre y espera el momento exacto; ten en cuenta que este será muy fugaz y solo dispondrás de un par de segundos para disparar certeramente.
- Como norma general, usa la velocidad de obturación más rápida posible para tomar tu foto. La luna y el sol se mueven tan rápido que una exposición más larga de lo necesario hará que aparezcan trepidados
- En el caso del sol, usa filtros de densidad neutra para hacer la foto y así evitar sobreexponer la foto.
- Edición final: una ligera edición de curvas en Lightroom o Photoshop puede resaltar los detalles y mejorar la atmósfera de la imagen.

Descripción de las fotos:
- Foto 1 (apertura): Puesta de sol en el Monte Saint Michel. La luz dorada envolviendo la icónica abadía crea una atmósfera mágica, destacando la importancia de la planificación horaria y climática.
- Foto 2: Luna de sangre en Polop de la Marina. Capturada durante un eclipse lunar, esta imagen muestra el satélite en un tono rojo intenso, resultado de la refracción de la luz solar en la atmósfera terrestre.
- Foto 3: Puesta de sol y Templo Mormón. Esta toma fue planificada con mi amiga Jéssica Rojas. Cuando vas con ella, deja pocas cosas al azar. En este caso, hice una pequeña variación del lugar del disparo exclusivamente porque conocía la zona, pero el resto es de su cosecha.
- Foto 4: Luna cenicienta en el Cerro de los Ángeles. La planificación de esta imagen fue enteramente de Jéssica Rojas. La acompañé al lugar y solo tuve que disparar. Así se las ponían a Felipe II.
La próxima vez que veas una foto donde la luna parece posarse en la mano de una estatua o el sol descansa sobre una torre, recuerda que detrás de ella hay mucho más que un simple clic: hay mucha pasión, un gran grado de planificación y lo que algunos consideran masoquismo, y yo denomino amor por la fotografía.